Las últimas imágenes, tomadas a 46.000 kilometros por la sonda Dawn, revelan la existencia de un extraño punto brillante, con otro brillo más pequeño a su lado.
A pesar de que la NASA no ha proporcionado una explicación al fenómeno, los científicos sugieren que estas manchas pueden ser piscinas de hielo en el fondo del cráter que reflejan la luz.
«En este momento, lo único que podemos decir es que el material refleja el 40 por ciento o más de la luz que recae sobre él» afirma el astrónomo Chris Russell, investigador principal de la misión Dawn.
Añadió que puede haber un origen volcánico para estos extraños brillos, pero que la NASA tendrá que esperar a acercarse al planetoide para mejorar la resolución de las imágenes.
Ceres orbita alrededor del Sol entre Marte y Júpiter, y se especula con que podría tener agua brotando de su superficie.
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